Propisición XXII del Libro IX

" Si se suman tantos números pares como se quiera, el total será par"

En otras palabras, por mucho que se unan personas de la misma calidad o en mejor sentido, de la misma cualidad, el resultado será otra persona de la misma cualidad.

Es atípico el día que no oigo, veo, descubro, doy cuenta de, me entero de situaciones poco cívicas en mi centro de trabajo, por ser benévolo con mis propias palabras (y extensible a la calle, podría decirse). Dado que en mi trabajo topo a diario con adolescentes barbilampiños/as cuyas hormonas sacan de quicio a cualquier ínfimo raciocinio superviviente, no es complicado atisbar que soy (somos) un parapeto a prueba de resistencia. Sinceramente creo que se ha perdido el norte. ¿De dónde se están heredando los modales actuales? Educación, respeto, sinceridad, civismo, humildad, tolerancia, afecto, disciplina,… son palabras en peligro de extinción. Y para mí es más importante recuperar estas marginadas, que salvar al avocado lince. Lo siento mucho por tí, gatito.
Son muchas las ideas que tengo por las que creo que está ocurriendo esto y los motivos primarios y las causas colaterales que lo provocan, pero tendría que referirme a cuestiones políticas y no me apetece dar dos líneas siquiera a este gremio. Me gustaría concretizar más profundamente. Más a fondo. En las familias. Creo que se han perdido los referentes. Los padres, las madres, los hermanos y hermanas, el cariño,… ¿Qué podemos esperar de la actitud de un/a adolescente para con el profesorado si…
  •  … en su casa las personas a las que más quiere no se pueden ni ver por los motivos que sean?
  • en su casa las personas a las que más quiere se gritan hasta la saciedad pregonando insultos cada dos palabras? 
  • … en su casa su hermano/a no comparte su vida con él/ella? 
  • … en su vida no tiene alicientes para conseguir un objetivo final? 
  • … lo tienen todo y no dan nada a cambio? 
  • … en su casa el verbo más usado es callar en vez de obligar? 
  • … las mentiras se tapan con otras mentiras de los/las adultos/as que lo/la rodean? 
  • … educar, tolerar, respetar, se le enseña paralelamente absorbiendo Grandes Hermanos? 
  • … al intentar enderezar su conducta, tropezamos con: “usted no es su padre (o su madre)”?

Mi familia no ha sido “modélica” y hemos tenido problemas más o menos graves que los que puede tener cualquier familia ahora. Pero la diferencia es que mi hermana y yo teníamos un referente claro: los valores que nos enseñaban mis padres. Educación. Respeto. Sinceridad ante todo. Civismo por encima de quien fuera. Humildad en cualquier situación. Tolerancia para con todos. Afecto por lo nuestro. Compartir sin intereses. Disciplina para absorber todo lo anterior.

Hay una frase que se dice mucho últimamente desde el escaparate del ecologismo, y es: “¿Qué mundo le vamos a dejar a nuestros hijos?” Y no le falta razón desde luego (otro tema para más adelante). Pero yo me pregunto más allá de esta cuestión, y acuñando un nuevo término: Ecología de valores. ¿QUÉ HIJOS LE VAMOS A DEJAR A NUESTRO MUNDO?