Definición III del Libro IV

"Se dice que una figura rectilínea está inscrita en un círculo, cuando cada ángulo de la figura inscrita toca la circunferencia del círculo"


Qué cierto es eso que dicen: algo no te llega dentro hasta que no te toca. Eso es lo que está ocurriendo en mi pueblo debido al programa que ofreció Callejeros el viernes 2 de septiembre con título de Isla Cristina


Para los que no tuvieron el gusto de verlo, deciros que fue una operación a corazón abierto de mi pueblo en busca de ciertos tumores y temores de una enfermedad anunciada. Y digo yo, ¿os sorprende algo la actitud de este programa? Todos los que hemos visto alguna vez alguno de sus episodios sabemos a lo que van. ¿Y sacan la realidad de los lugares que visitan? La respuesta es NO, no sacan la realidad que al que le toca le gustaría que sacaran. Cuando yo vi el de las famosas “tres mil viviendas” no me sorprendió nada de lo que se mostró porque tengo un juicio de lo que allí pasa sin haber estado siquiera dentro. Pero gracias a que tengo un conocido que vive allí sé que hay una realidad distinta a la que se expuso. De la misma manera me ocurrió con el episodio de “Palma Palmilla”, gracias a una compañera de trabajo y vecina de esta barrio, sé que la realidad que se manifestó estaba muy localizada y era totalmente distinta a la realidad generalizada. 

Por eso ya que Callejeros nos deleita con un programa íntegro dedicado a mi pueblo, y sabiendo de lo que van, ¿por qué no sacó imágenes y comentarios de la otra realidad?

Yo hubiese optado por mostrar en vez de dos chavales mariscando coquinas, que buscan dinero de manera ilegal (por no tener licencia) para llevar algo de dinero y de comer a casa, hubiese enseñado cómo se llevan el mismo género de manera mucho más legal los veraneantes (como se dice  en mi pueblo) y no tan veraneantes en la playa de La Gaviota, reduciendo, por cierto, de manera casi exponencial una de nuestras identidades y dejando sin marisco a los que se ganan la vida con ello. O por qué no, en vez de estos chavales coquineros por  “obligación”, hubiese exhibido con orgullo a todos los armadores, patrones y marineros de los barcos chupona (barcos mechilloneros o chirleros), que han agotado el caladero hasta la extenuación (y pidiendo ahora subvenciones varias) vendiendo una tara (así se llama al máximo vendible) de manera legal y tres de manera ilegal a sabiendas de algún pez gordo. Puestos a pedir, ¿verdad?

El temita de la droga y los drogatas. Por qué carajo salieron los pobres drogatas de la parte trasera del cementerio en sus módulos chaboleros, que se dedican a mendigar por las calles del pueblo en busca de la misericordia de algún bienhechor. Yo hubiese mostrado con jactancia a los tantos y tantos conductores de coches que superan los treinta mil euros, sin haber dado un palo al agua en su puta vida. O por qué no, a los cinco golfos traficantes (conocidos por todos), algunos propietarios de barcos, que engordan sus arcas a costa de la juventud que se pudre. Pero no, tuvieron que sacar a los drogatas.

¿Y la marchita nocturna en el polígono? ¡Vaya juventud! Por más que miraba no conocía a nadie, no me sonaban vaya, como si no fueran de allí. Seguro que con la droga que llevaban en lo alto les había cambiado hasta la cara. Yo hubiese mostrado a otra juventud, a la que por tener dinero, coche, moto, casa, droga y chulería se creen que tienen el poder y faltan el respeto al que le llama la atención por algo tan retrogrado como fumarse un canuto delante de sus nietos, o por casi atropellarte en un paso de peatones con su motito y reír encima la gracia.

Y por último, no sé cómo pudieron sacar a los del matapiojos contando que vendían droga porque no hay trabajo debido a la crisis, en vez de deleitarnos con las declaraciones de nuestra señora alcaldesa, explicando por qué ha creado cientos de puestos de trabajo , NUEVOS, dependientes del ayuntamiento, y, ¡qué casualidad! muchísimos relacionados con su amplia familia.

En fin, y puestos a pedir, tendrían que haber mostrado la realidad como es, aparte de la que mostraron. 

Qué hijos de puta, estos de Callejeros.